Manzanillo: una ciudad cubana que prospera frente al cambio climático

En Cuba, alrededor del 44% del territorio se ubica en ecosistemas frágiles, debido a su carácter insular y las condiciones geográficas existentes. En ellos se localiza el 27% de la población urbana del país, con un predominio en los ecosistemas costeros (UICN, 2014). Manzanillo, como ciudad costera dentro del archipiélago cubano, se enfrenta a desafíos climáticos característicos de este ecosistema.

Actualmente, Manzanillo desarrolla una estrategia integral en búsqueda de la resiliencia climática, a partir de la integración de las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) en las estrategias urbanas y de desarrollo territorial. El Gobierno de la ciudad se encuentra comprometido en el fortalecimiento de la capacidad de adaptación al cambio climático, uniéndose en mayo del 2023 a la iniciativa Cities Race2Resilience.

Los ciclones tropicales son los fenómenos climáticos que más afectan a la ciudad. Por la posición geográfica del país, pueden producirse vientos extremadamente fuertes, tornados, lluvias torrenciales (que pueden producir inundaciones y deslizamientos de tierra) y también pueden provocar marejadas ciclónicas en áreas costeras.

Las proyecciones de los peligros del cambio climático de escenarios1 para 2030, 2050 y 2100 pronostican en el municipio de Manzanillo cambios importantes en cuanto a las variaciones de precipitaciones, aumento de la temperatura media anual, aumento del nivel del mar y aumento de la intensidad y frecuencia de los eventos extremos:

Variaciones en las precipitaciones medias anuales de entre -10% y +15% según el escenario RCP (RCP 1.9, RCP 4.5 y RCP 8.5) para 2030 – 2050

Aumentos en la temperatura media anual de entre + 1.5 C y + 3 C según escenario RCP (RCP 1.9, RCP 4.5 y RCP 8.5) para zonas urbanas.
Aumento del nivel del mar que puede variar según eI escenario RCP (RCP 1.9, RCP 4.5 y RCP 8.5) entre +15 cm para el 2030 y +30 cm para ei 2050.
Cambios en los eventos extremos que ocasionan penetración de la cuña marina (con intrusión marina y salinización suelos y aguas subterráneas), y más lluvias extremas o sequías extremas

1Los RCP (por sus siglas en inglés) son las Trayectorias de Concentración Representativas de concentración de gases de efecto invernadero (no emisiones) adoptada por el IPCC. En el último informe del IPCC (2022) se utilizaron 7 trayectorias para la modelización del clima que describen diferentes futuros climáticos, todos los cuales se consideran posibles dependiendo del volumen de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos en los próximos años.

Proyecciones de los peligros del cambio climático

Adicionalmente, a consecuencia del proceso de urbanización, el limitado arbolado urbano y los posibles incrementos en las temperaturas medias, se generan islas de calor que constituyen peligros adicionales, sobre todo en las zonas urbanas y periurbanas. En menor medida, las sequías son otro de los peligros generadores de riesgos por los cambios probables en los patrones de lluvia y sus efectos sobre la disponibilidad de agua subterránea para el abasto de la ciudad y los cultivos.

En el escenario de estos desafíos complejos que enfrenta la ciudad, las autoridades locales, en alianza con la Dirección Municipal de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (DMOTU) y otras instituciones, y con asesoramiento técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU), ha desarrollado una estrategia integral para la resiliencia urbana del territorio. Esta parte de la integración del Plan de Adaptación urbana basado en la Naturaleza, desarrollado por el proyecto Nature4Cities, con los planes de ordenamiento urbano, territorial y de desarrollo municipal.

Las estrategias de planificación urbana de Manzanillo priorizan ahora la asignación estratégica y el uso del suelo, con especial atención a las zonas vulnerables a la subida del nivel del mar. Además, la ciudad ha puesto en marcha un plan integral para la gestión sostenible, la protección y la restauración de las zonas costeras, que incluye acciones de restauración y reforestación de manglares a través del proyecto Mi Costa, el cual busca la resiliencia al cambio climático en las zonas costeras de Cuba.

Para hacer frente a las islas de calor, la DMOTU se encuentra desarrollando, con el apoyo del equipo técnico del proyecto Nature4Cities, un Plan de Áreas Verdes Urbanas.  

Ante eventos meteorológicos extremos, la ciudad, al igual que el resto del país, implementa un sistema de alerta temprana, que se apoya de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones () para su divulgación. Esto garantiza que los residentes puedan tomar medidas oportunas para protegerse a sí mismos y a sus propiedades.

Además, para reducir la dependencia de fuentes de energía externas e impulsar la economía local, Manzanillo está promoviendo el uso de triciclos eléctricos en el transporte público. La ciudad también se está centrando en las fuentes de energía renovables descentralizadas, con planes para un parque fotovoltaico que no sólo proporcionará energía sostenible, sino que también creará oportunidades de empleo local.

El liderazgo de Manzanillo en el camino hacia la resiliencia es un ejemplo para ciudades medias con pocos recursos. Para ver más detalles de sus retos climáticos y acciones para su enfrentamiento, vea el artículo: “Manzanillo se levanta: Una ciudad cubana que prospera frente al cambio climático”, publicado por Climate Champions de la iniciativa Cities Race2Resilience el 23 de octubre de 2023.

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