Los sistemas de captación de agua de lluvia, o SCALL, permiten la captación de agua de lluvia para consumo humano y/o uso cotidiano particular o comunitario.
El agua es captada a nivel de techos de viviendas particulares o edificios públicos mediante canales y tubos que la guían a un tanque o cisterna, pasando antes por un filtro que limpia y habilita el agua para el consumo. Con los tratamientos adecuados, el agua puede ser usada para el consumo humano. Además, el sistema también puede servir como una herramienta para el fortalecimiento comunitario a través del manejo colectivo del agua, y para apoyar actividades comunitarias de producción agrícola, cuidado de animales, limpieza y mantenimiento. Se puede realizar la captación y aprovechamiento de agua de lluvia proveniente de techos de edificios a los cuales tenga acceso toda la comunidad, como casas comunales, escuelas, iglesias, clínicas, y viviendas particulares.