A partir de la identificación de las 10 temáticas que generan vulnerabilidad y riesgo en el municipio, con el Grupo de trabajo de SbN urbanas, se hizo una recolección exhaustiva de información cartográfica para generar una línea base del municipio y poder analizar las problemáticas. De lo anterior, se logró reunir datos sobre áreas de recarga hídrica, áreas en riesgo de deslizamientos e inundaciones, ubicación de infraestructura critica, dinámica de los usos de la tierra, distribución de estratos socioeconómicos, ubicación por clases de calidad de vivienda y delimitación de los asentamientos precarios, entre otros.
Estas fuentes se han revisado y permitirán evaluar los peligros climáticos fundamentales que enfrenta la ciudad, determinar y ubicar la exposición en el territorio, y definir la sensibilidad debida a variables socioeconómicas, así como la capacidad de adaptación por el contexto institucional. La información, de manera inicial, permitió elaborar una línea base sobre el estado de la ciudad respecto a las 10 temáticas identificadas y priorizadas, considerando las mayores condiciones de vulnerabilidad de las mujeres. Por el alcance de los datos recolectados, el análisis se circunscribe a procesos internos del municipio, de tal modo que el desarrollo de un análisis sobre temas con influencias fuera del límite municipal se realizará en una segunda fase, como sucede con la vulnerabilidad debido a la inseguridad hídrica o la carga por la población flotante. En los próximos dos meses, las capas cartográficas se estarán procesando para realizar en octubre un taller de socialización sobre los resultados, que delimite los puntos críticos de riesgo que existen en la ciudad con los distintos actores locales. El esfuerzo durante este tiempo será alimentado con discusiones dentro del Grupo de trabajo de SbN urbanas, donde se afinarán criterios y delimitaciones geográficas para evaluar y delimitar los puntos críticos.
Se impulsa el diseño de propuesta de proyecto para el escalonamiento de acciones en el país
Enfocado en las acciones para ampliar los esfuerzos que apoyen la resiliencia urbana en Guatemala, a comienzos del 2023 se inició la priorización de una cartera de opciones para implementar y escalonar los productos que está desarrollando Nature4Cities. En ese marco, durante estos últimos cuatro meses, se ha trabajado en el diseño de una propuesta de proyecto que aplique los planes e instrumentos que se están elaborando para la Ciudad de Guatemala y que permita expandir las actividades a dos nuevas ciudades: Puerto San Jose y Escuintla.
Esta labor se está desarrollando de manera estratégica y conjunta con El Salvador y Honduras, contemplando las dificultades comunes que existen en el Norte de Centroamérica y aprovechando la experiencia de CityAdapt en El Salvador. Con este objetivo, se ha ejecutado un programa de trabajo entre el equipo técnico de la oficina regional del PNUMA y de los tres países para impulsar discusiones sobre posibles enfoques regionales de trabajo, recolectar información del contexto de cada país, y organizar y ejecutar diálogos en cada país para asegurar un proceso de construcción participativo.
Dentro de estas actividades, una acción importante fue la organización de un taller virtual de consulta para socializar y validar la nota de preconcepto de proyecto que desarrolló la oficina regional. En la actividad participaron personal técnico de los gobiernos locales de Escuintla, San José y Guatemala, además del MARN, la CONRED y SEGEPLAN como instituciones nacionales. La actividad permitió presentar los objetivos de la propuesta y los resultados y productos esperados, al mismo tiempo que se dialogó sobre los problemas, necesidades y prioridades locales para la resiliencia urbana. Esto permitió definir contextos específicos que deben considerarse en cada ciudad y los temas prioritarios para Guatemala en la propuesta. Este esfuerzo se ha traducido en el inicio de la gestión de una nota de preconcepto regional ante el Fondo de Adaptación, la cual ya fue aprobada en la 40ª Reunión de la Junta del Fondo de Adaptación. Una última actividad de este proceso fue una visita de campo realizada este mes de agosto a Escuintla y Puerto San José para recabar datos y referencias en terreno de cada municipio. Estos aspectos involucraron entender los peligros e impactos de los fenómenos climáticos extremos, observar las condiciones del desarrollo urbano y conocer las capacidades y acciones de las municipalidades para trabajar en la adaptación de las ciudades. Al mismo tiempo, se aprovechó para ubicar a organizaciones locales que puedan compartir sus conocimientos y experiencia sobre las condiciones de marginación y sensibilidad que están afectando a las poblaciones vulnerables. En este recorrido, se pudo observar la fuerte necesidad de las municipalidades para determinar la vulnerabilidad y riesgo mediante el análisis cartográfico preciso, trabajar en la ordenación territorial, abordar las urgentes deficiencias en la gestión ambiental, y elaborar y aplicar planes e instrumentos que aseguren la adaptación al cambio climático.