En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Miércoles de CityAdapt del 8 de marzo se ha enfocado en visibilizar el importante rol de las mujeres en sus diversas expresiones e identidades de género en la adaptación al cambio climático en América Latina y el Caribe. Su participación en las tomas de decisiones es indispensable para conseguir una planificación climática con un enfoque integrado de Soluciones basadas en la Naturaleza.
La realidad es que las mujeres en sus diversas expresiones e identidades de género se ven afectadas de manera diferenciada por el cambio climático, dado que los impactos climáticos están directamente vinculados a la desigualdad socioeconómica y a la persistencia de la pobreza. Las mujeres rurales, pobres y pertenecientes a grupos étnicos históricamente marginalizados son las más afectadas por estos impactos y la consecuente pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos. Asimismo, la afectación directa sobre los recursos naturales genera que las mujeres, en su diversidad, deban duplicar sus esfuerzos para garantizar la alimentación saludable y segura de sus familias y comunidades, reconociendo el hecho de que las mujeres cumplen ancestralmente el rol de cuidado y de abastecedoras de la familia. Eso provoca grandes diferencias sociales, económicas, de tenencia, culturales, patrimoniales, políticas y educativas, entre otras desigualdades.
Durante este webinar, representantes de FUNDEPS han destacado la importancia de la planificación climática con perspectiva de género, mientras que desde el proyecto Nature4Cities en Cuba y República Dominicana se ha visibilizado la necesaria inclusión de aspectos de género en los análisis de vulnerabilidad y riesgos climáticos. Además, de la mano de Mujeres y Sostenibilidad, hemos aprendido sobre cómo la sabiduría indígena puede aportar en gran medida a que todas y todos nos adaptemos al cambio climático.
Sin duda, es fundamental considerar el rol de las mujeres en sus diversas expresiones e identidades de género en todas las etapas para construir proyectos resilientes y en cualquier nivel de toma de decisiones, para garantizar su autodeterminación, diferenciar los efectos del cambio climático y lograr la inclusión de toda la comunidad en proyectos de adaptación.