La producción de hongos comestibles en solares o en remanentes de acahuales de bosque (en este caso bosque mesófilo de montaña) permite agregar valor al bosque circundante y generar estrategias de conservación del mismo al diversificar las actividades productivas y fomentar la producción para el autoconsumo o venta. Es una actividad orientada a fortalecer la autosuficiencia alimentaria, llevada a cabo por colectivos de personas que habitan en las zonas periurbanas.